Club Argentino Bahía Blanca

Patrimonio Arquitectónico

INTERÉS HISTÓRICO CULTURAL

El club del Progreso y el Tiro Federal, juntamente con el hotel de Londres, fueron centros obligados de tertulias. Allí se encontraban representantes de toda la sociedad y en ellos se agasajaba a los destacados visitantes que arribaban. Fue así que conocidos vecinos del lugar decidieron la fundación de un club deportivo y social. El 1 de marzo de 1906 se firmó un acta por la que un centenar de personas, reunidas en el salón de la Sociedad Francesa, designaron como presidente al señor Jorge Moore y secretario a Luis J. Casteras. Las instalaciones de la sociedad francesa –en la calle Donado- fueron su sede provisoria. Para la adaptación de las mismas y la adquisición del mobiliario adecuado se recurrió a la contribución de cada socio. Así muy pronto se contó con la sala de lectura y salones billar, ajedrez, domino, etc. Las divisiones de los ambientes se realizaron con biombos, localizándose también cómodos sillones y varias mesas de póker, una de ellas ubicada en una pequeña mesa al frente reservada para partidas especiales. Dos años estuvo allí la sede. La comisión directiva comenzó a preocuparse por el poco espacio y la trascendencia que la entidad iba adquiriendo. De esta manera se tomó la decisión de alquilar toda la planta alta del edificio que acababa de inaugurarse en San Martin y Belgrano, donde funcionara la librería Gutiérrez. El nuevo local era mucho mas amplio y de mayor prestigio.

Paralelamente se había creado la Sociedad Constructora Club Argentino, abocada a la tarea de emprender la concreción de una sede definitiva. El 3 de noviembre de 1910 la comisión presidida por Ramón Olaciregui, dispuso la construcción de su edificio propio, en parte del solar fundacional. La obra le fue encargada al arquitecto Alberto Coni Molina, una de las mayores autoridades profesionales de la época. La adjudicación de la obra recayó en no menos importantes personalidades, Nicolás y Gerardo Pagano (todas las obras de Coni en la ciudad se realizaron con esta empresa). El proyecto debió construirse en dos etapas, la primera constituyo el frente sobre la avenida y la materialización de la esquina. La segunda etapa, el frente sobre Vicente López, fue realizado por la empresa constructora Cabré.

Sus salones fueron escenario de importantes reuniones como las propiciadas al presidente de los Estados Unidos Teodoro Roosevelt, al mandatario argentino Marcelo T. de Alvear-quien se alojo en el club-, al teniente general Ricchieri y al gobernador de la provincia de Buenos Aires Valentín Vergara, por citar algunos de los más notorios.

INTERÉS PAISAJÍSTICO

Se encuentra en el Centro Histórico y conforma con otros edificios la zona institucional y mejor preservada del centro de la ciudad. Su envergadura asi como la implantación en una avenida de anchas dimensiones y la toma de esquina le hacen resaltar su figura, destacándose en el paisaje urbano.

INTERÉS ARTÍSTICO-ARQUITECTÓNICO

El edificio es una de las mejores realizaciones con que cuenta la ciudad, siendo la mas acabada expresión del academicismo francés en Bahía Blanca. Recuerdo memorable de los típicos hoteles parisienses del siglo XVII, donde se produce la fusión de los conceptos clasicistas italianos con las fuertes tradiciones medievales francesas. Típicas de esto último son las techumbres de fuerte pendiente –tipo mansarda-, la profusión de lucarnas en ellas y las agujas coronando el techo y las cúpulas. 

La severidad del ritmo clásico y la multiplicidad de sus elementos se leen por doquier. Frontis, ménsulas, cornisas, guirnaldas y medallones se desarrollan en todos los niveles, tanto en su exterior como en su interior. La esquina toma una gran importancia, rematándose con una esbelta cúpula que alberga la nominación de la institución.

Interiormente cuenta con diversas comodidades como dormitorios, salas de billar, juegos de mesa, oficinas para la comisión directiva y la gerencia, salones de estar, de baile, pileta de natación, peluquería, y otros. Podemos mencionar el Salón Imperio, con tres grandes gobelinos firmados por L. Orsi, amplios espejos de cristal ubicados en nichos diseñados expresamente con este fin y muy ligados con la ambientación francesa. También podemos citar como interesante la escalera que conduce al Salón Blanco, con su herrería de alto nivel artesanal, sus vitrales y su mobiliario general.

En marzo de 1980 se llevó a cabo una importante tarea de refacción en algunas salas, reemplazándose el empapelado de las paredes, la pintura, el cielorraso y el cortinado de las ventanas. También se retapizaron los sillones y se pulieron los pisos. Disonante con estas refacciones es la colocación de una marquesina del edificio, la cual altera considerablemente su conjunto.

AUTOR:          ARQ. ALBERTO CONI MOLINA
AÑO:               1910
UBICACIÓN:   COLON Y VICENTE LÓPEZ – BAHÍA BLANCA
GRADO DE PROTECCIÓN 5